
MANERAS DE PASAR EL INVIERNO
Los dedos congelados
en la botas
piden un beso anudado al sol
el temblor
calienta entre las
piernas
mientras tu voz pronuncia
mi nombre
recuerdo que es la mejor forma
de pasar el invierno
la lluvia cae desde agosto
mientras tanto…
yo elegí
comer chocolates en la cama
en lugar de leer poemas por las tardes
y hacerme vino entre tu boca
solo cuando hace frio.
El cíclope en el espejo
No hay en el cielo un canto
Tan amargo que no supere el dolor de un fauno…
El ojo presente
parpadea y ruega
por una imagen
Por un retrato que contenga las manos
del hombre ciego
que todo lo destruye.
Esa plaga de piel

bípeda y crispada
que tiene ventanales
para mirar y no mira
¡Quieres mirar la sal que te enmudece?
Sale de tus ojos
Im-pre-de-si-ble-men-te
Y sin embargo no purifica las entrañas.
¡Ellos lo tienen todo!
Dice el ave de rapiña y la alondra
Ojos y lágrimas para llorar
Y tampoco lloran.
¿Quieres dar una ojeada
al mundo de allá afuera?
Arráncate los ojos
Y como Edipo camina lentamente
sobre el fuego
para encontrar el camino de la exactitud.
Restos de viaje
La maleta recién puesta
sobre la cama
no alcanza a palpar
la inmensidad de mi nostalgia.

Los caracoles salen en estampida
y se posan en la herida de arena
que dejo el mar…
La maleta, esa maleta
saca bocetos de abrazos consumados
y de adioses hechos pan entre mi sangre.
Los ojos confundidos todavía se cierran
con la ingenuidad
de quien muere por primera vez.
quieren retener el recuerdo
de las olas…
el recuerdo del amor que a penas
llega se va.
Olillas, olillas de mar.